“Presentar al Espíritu Santo… y seguir adelante”
Superior General se une al Papa Francisco para la Misa
El Padre G. Gregory Gay, CM, Superior General de la Congregación de
la Misión y las Hijas de la Caridad, acababa de regresar de Bolivia
después de un largo y agotador viaje de visita y misión. En el contexto
de la búsqueda de un espacio para un merecido descanso, el 15 de abril
en la noche, recibe una llamada de la hermana sirviente de las Hijas de
la Caridad de la Casa Santa Marta: Sor Claudia. Un mensaje simple y
directo: “El Santo Padre lo espera para la misa de mañana a las 7:00 am.” ¡Así que una buena noche y buen descanso lo esperamos más tarde!”
La mañana siguiente, el martes 16 de abril, el Superior General se
dirigió al Vaticano y fue admitido por la puerta de Casa Santa Marta,
“casa de huéspedes” oficial del Vaticano recientemente famosa por ser la
residencia de los cardenales que participaron en el reciente cónclave
papal, ahora es el nuevo hogar de Papa Francisco. Sor Claudia, la
Hermana Sirviente de las ocho Hijas de la Caridad que trabajan en esta
casa, había conseguido una invitación para que el Superior General
concelebrara la Misa con el papa, junto a algunos obispos y dos
sacerdotes franciscanos.
Al final resultó que, la misa de ese día fue bastante notable. La
Homilía del Papa Francisco, ese día tuvo un revuelo mundial, a través de
los medios de comunicación, a partir de la Oficina de Prensa del
Vaticano. Era una misa de semana en temporada de Pascua con una lectura
de los Hechos de los Apóstoles sobre el martirio de San Esteban. El
Santo Padre utiliza la historia para reflexionar sobre el papel del
Espíritu Santo y nuestra resistencia en la escucha del Espíritu.